Los puntos calientes de biodiversidad o "hotspots" son zonas del planeta con una cantidad elevada de especies endémicas, únicas de ese lugar, y con un hábitat en proceso de destrucción. Los expertos señalan el aumento de estas zonas sensibles y el empeoramiento de su estado en los últimos años.
Por ello subrayan que su conservación es prioritaria para evitar un daño irreparable a la biodiversidad mundial. Precisamente, España se encuentra en uno de estos puntos calientes, la cuenca del Mediterráneo.
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BIODIVERSIDAD EN PELIGRO
LISTA ROJA DE LA UICN