Expertos alertan del peligro de la erosión en los terrenos olivareros
El olivar jiennense se enfrenta a un problema que, a pesar de no ser muy conocido, preocupa tanto a los expertos como a las organizaciones ecologistas. Se trata de la erosión del suelo que en Jaén, debido a las 'malas prácticas' agrícolas, es cien veces superior a la natural. Este fenómeno provoca la pérdida de 180 toneladas de terreno por hectárea al año.
Julio Calero González es profesor del departamento de Geología de la Universidad de Jaén e imparte un Máster Universitario en Olivar, Aceite de Oliva y Salud. Ayer, ofreció una conferencia que, bajo el título de “erosión de los suelos de Jaén, una catástrofe silenciosa”, puso de manifiesto el problema al que debe hacer frente el sector olivarero.
Y es que, según Calero, las “malas prácticas agrícolas” provocan que la tasa de erosión en Jaén sea diez o cien veces superior a la natural. “Un suelo, normalmente, tiene pérdidas de partículas de manera natural, pero la erosión, en el caso del olivar jiennense, está bastante acelerada, hasta en proporciones de cien veces superior a la erosión natural y es por las malas prácticas agrícolas”, asegura el profesor.
Algunos ejemplos de estas incorrectas gestiones de los agricultores son, por ejemplo, dejar el suelo desnudo. Al parecer de Julio Calero es importante que el terreno siempre tenga una cubierta de vegetación.
De esta manera, se impide que cuando la gota de agua golpee la tierra —fenómeno más importante de erosión— no se produzca una disgregación de las partículas ya que ese suelo rápidamente se va. A esta práctica hay que sumarle la degradación por pérdida de fertilidad y por los daños generados por las infraestructuras como, por ejemplo, por la destrucción de los taludes de carreteras.
El olivar jiennense pierde, aproximadamente, una 180 toneladas de terreno por hectárea y año lo que significa, aproximadamente, espesores de un metro o metro y medio en 200 años, según los cálculos de Calero.
Fuente: diariojaen.es
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